El aumento de los casos de covid -19, en el país, la región y la provincia de San Antonio hizo que los habitantes de la zona comenzaran a ver con incertidumbre la posibilidad cierta de una segunda ola de contagios producida por el SARS – CoV – 2.
Ante este difícil escenario, la psicóloga Francis Caroca, quien se desempeña en el Dispositivo de Acompañamiento Biopsicosocial en Situaciones de Emergencia y Catástrofe para los Trabajadores del Hospital Claudio Vicuña, asegura que son varias las interrogantes que surgen en estos días.
¿Cuáles son los cambios emocionales que pueden registrarse ante la posibilidad cierta de una segunda ola de covid -19?
Esta pandemia en la mayoría de los casos ha provocado ansiedad, incomodidad, estrés, nos ha hecho dormir mal, nos quita la tranquilidad y nos ha llevado a enfrentarnos con la incertidumbre: ¿Qué pasará el próximo año?, ¿Hasta cuándo seguiremos usando mascarillas y otros artículos de protección?, ¿Cuándo podremos viajar y trasladarnos con mayor libertad?, ¿Cuándo podremos reencontrarnos con nuestros seres queridos y/o familiares que estén en otras regiones u otros países? y ¿Cuándo podremos saludarnos como antes, darnos un fuerte abrazo?
En este tránsito por la incertidumbre podemos ir perdiendo la confianza y aparecer el miedo, ya que no tenemos certeza de lo que la vida nos depara. En la actualidad este es un sentimiento preponderante en las personas.
Actualmente el principal temor se relaciona con la posibilidad de rebrote de covid-19, que puede expresarse en diferentes niveles, en algunos, puede notarse como una preocupación sencilla que viene a ratos y en otros puede afectar a un nivel más profundo, provocando enfermedades tanto en la salud física como mental.
Es de suma relevancia decir que la salud mental es uno de los grandes afectados de la pandemia, y era de esperar, ya que nuestro estilo de vida ha cambiado enorme e inesperadamente por las medidas tomadas, el encierro, el aislamiento, la soledad, la falta de libertad, el alejamiento de los seres queridos, entre otros.
Es así como podemos padecer cuadros de estrés que pueden provocar reacciones como:
Temor y preocupación por su salud y la de sus seres queridos, su situación financiera o laboral o la pérdida de servicios de apoyo de los que depende.
Cambios en los patrones de sueño o alimentación
Dificultades para dormir o concentrarse
Agravamiento de problemas de salud crónicos y de salud mental
Mayor consumo de tabaco y/o alcohol y otras sustancias
¿Cuánto tardaremos en recuperarnos de las consecuencias psicológicas de todo lo vivido en 2020?
No hay un tiempo especifico ni determinado para recuperarnos de los efectos de la pandemia, sin embargo, es recomendable buscar atención profesional con el especialista que corresponda y no dejar de lado ni restarle importancia a nuestra salud mental, dado que es un elemento importante para nuestro bienestar y calidad de vida.
La recuperación de los eventuales efectos psicológicos que pueda conllevar la pandemia depende de una serie de factores, por ejemplo: los antecedentes de la persona, la red de apoyo de familiares y amigos con los que cuenta, su salud física y mental, la situación económica, como aborda el estrés y los problemas, su capacidad de resiliencia, entre otros elementos. Por lo tanto, cada individuo vivirá su propio proceso y le llevará cierto tiempo, dependiendo de los múltiples factores intervinientes mencionados.
¿Influye en el estado de ánimo la sobreinformación?
Debemos mantenernos informados, pero no sobreinformados. En el último tiempo ha existido un bombardeo constante de información, distintos medios, varias horas al día, con un enfoque orientado a lo catastrófico, en consideración de esto último, cabe mencionar que existen noticias imprecisas o con fuentes de informaciones de dudosa credibilidad “fake news”.
En general, independiente de si la noticia es adecuada o es una falsa noticia, de igual forma, puede provocar en las personas aumento de los niveles de ansiedad, angustia e incertidumbre. Dado lo anterior es importante:
No ser parte o ayudar a desinformar, compartiendo o dejándose guiar por información que sea de dudosa procedencia
Seleccionar los canales de información, se recomienda usar aquellos más formales o relacionados directamente con temas de salud
Dosificar el consumo de información, elegir una hora al día y una cantidad de tiempo específica para informarse (10 – 20 min)
Sin duda es una herramienta que facilita nuestro proceso de adaptación a las circunstancias de la pandemia que estamos viviendo, además reduce nuestros niveles de ansiedad y estrés, ya que nos permite prepararnos mejor al día a día.
Por ejemplo saber si se puede viajar dependiendo de la fase en que estemos, qué documentación es necesaria para trasladarse, qué entidades atienden de forma presencial y cuáles a través de plataformas online, de qué forma podremos celebrar las festividades y que restricciones existen en la actualidad, entre otros datos.