En el escenario actual de crisis sanitaria: las cuarentenas, las restricciones de movilidad, el teletrabajo y las clases online, son factores que influyen en el aumento del estrés y la ansiedad de la población en general y eso puede tener un impacto en la salud bucal.
Estamos hablando del bruxismo, que en términos simples se trata de un hábito involuntario que hace que los pacientes aprieten la mandíbula fuertemente o hagan rechinar los dientes, frotándolos o deslizándolos, sin ningún objetivo funcional.
Al respecto, la odontóloga del Hospital Claudio Vicuña de San Antonio, Doctora Camila Chamorro Jensen, quien justamente se está especializando en problemas de las articulaciones temporomandibulares y dolor orofacial -es decir que abarca la cara y la cavidad oral- precisó que existen dos tipos de bruxismo, que pueden aparecer juntos o separados, se trata del bruxismo de vigilia y el de sueño.
“Se ha visto en la literatura que el bruxismo de vigilia o diurno se asocia más a dolor y estrés, ya que el paciente inconscientemente utiliza esta función para liberar tensión. Por otra parte el de sueño está ligado a otras patologías como apnea del sueño, roncopatía, trastornos del movimiento y también al reflujo gastroesofágico”, explicó la facultativa.
La odontóloga comentó que se está ante un cuadro de bruxismo cuando la persona refiere que aprieta los dientes de día o de noche o cuando un tercero se lo confirma, esto se adiciona al desgaste dentario y alteraciones en la mucosa bucal, todo esto sumado a dolor de cabeza matutino, en los músculos masticadores y en el cuello.
“La forma de diagnosticar un bruxismo de sueño es mediante una polisomnografía con registro de audio y video, que es un examen en que se evalúa al paciente durmiendo para medir varios parámetros. Mientras, que el de vigilia se determina mediante una electromiografía -procedimiento que se utiliza para evaluar la salud de los músculos y las células nerviosas que los controlan- con grabación de los contactos dentarios y la respuesta a cuestionarios de autoreporte”, declaró la Doctora Chamorro.
Según lo explicado por la odontóloga del Hospital, es importante que si el usuario sospecha de bruxismo, visite al especialista en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial, que está capacitado para pesquisar y tratar ambas patologías, que pueden presentarse de forma individual o de manera conjunta, ya que a pesar de tener un comportamiento similar, tienen alternativas terapéuticas diferentes.
El tratamiento para el bruxismo del sueño parte por determinar si existe alguna relación con las enfermedades mencionadas, que serían las causantes de este comportamiento. “En el caso de no encontrarse coincidencias, podría utilizarse un aparato intraoral, que se llama plano de relajación, que protege los dientes del contacto entre sí y relaja la musculatura, aliviando un poco los síntomas, pero no elimina por completo la actividad de bruxar, sin embargo significa un gran alivio para el paciente”.
Según lo explicado por la odontóloga, en el caso del bruxismo de vigilia es más complicado utilizar un plano, por lo que se usan alternativas enfocadas en el autocuidado de la persona y la automonitorización, que significa que se concientiza de su parafunción e intenta eliminarla mediante terapia bioconductual, poniéndose refuerzos positivos para eliminar el comportamiento. Además, si el usuario presenta mucho dolor se pueden usar fármacos como analgésicos y antinflamatorios para aliviar la sintomatología aguda.