Comunidades,Ciudad y puerto: San Antonio apunta a una gobernanza para el desarrollo sostenible
En un mundo cada vez más conectado, donde San Antonio es la puerta de entrada y salida de Chile con el mundo, la industria portuaria desempeña un papel fundamental en el comercio para el país, a nivel internacional, en la economía global y el abastecimiento de bienes esenciales para las comunidades. Sin embargo, la ciudad y los habitantes de esta comuna, se han visto privados de esa preponderancia. Es primordial que el desarrollo y crecimiento de la industria sea sostenible y beneficioso para todas las partes involucradas, vaya a la par del desarrollo de las comunidades en las ciudades donde se instalan.
Las ciudades portuarias son puertas de entrada y salida de mercancías y bienes de primera necesidad, asimismo constituyen corredores logísticos que además de permitir el flujo de estas cargas, pueden generar servicios y el nacimiento de otras industrias complementarias, lo que impacta en el empleo y desarrollo de las localidades. El puerto de San Antonio ha aumentado su carga de transferencia y el movimiento de TEU donde el último año superó la barrera del millón, logrando mantener el lugar de liderazgo que tiene San Antonio en el ámbito macroeconómico.
No en pocas oportunidades San Antonio ha sido destacado por su crecimiento, pero para que este desarrollo no se traduzca en una mera explotación de recursos, es crucial que la industria portuaria invierta en el territorio donde se encuentra y permita el desarrollo del territorio donde se emplaza.
En San Antonio, cuál es la relación que hay entre la ciudad-puerto ¿A qué se debe?
La convivencia ciudad – puerto y sus transformaciones en el tiempo, ha formado una división entre las comunidades y la industria portuaria. El puerto ha sido como un vaticano, un territorio pequeño y muy rico, rodeado de una ciudad que ha sido afectada por la industria y por donde sólo transita la riqueza, sin que quede nada para sus comunidades. Eso se reciente, se ha expuesto a la ciudad y sus habitantes a un gran deterioro en infraestructura, como ocurre con sus vialidades por donde diariamente transitan gran cantidad de camiones; en calidad de vida, donde poblaciones enteras han desaparecido por la actividad portuaria y la falta de planificación; ambiental, entre otras. Esto se vive día a día y es lo que ven miles de San Antoninos a diario. Mientras viene el ministro de Transporte a recibir al puerto buses de última generación para que transiten en Santiago, en San Antonio aún no tenemos un sistema de transporte urbano y nos regimos por un decreto de transporte rural. Así es cómo la inversión que llega transita directo a los centros neurálgicos del país, como Valparaíso y Santiago, y eso genera claramente un quiebre en esta relación, que a todas luces hay que remediar.
¿Y cómo debería ser para que exista esa simbiosis ciudad-puerto?
Creemos que la colaboración es la clave. La generosidad de un puerto que mueve miles de millones al año, debe colaborar con el desarrollo del territorio donde se emplaza. En dicho sentido, la relación ciudad puerto debe cambiar, y este nuevo trato, en el que se lleva un tiempo trabajando, debe traer consigo beneficios palpables para los habitantes de la ciudad, que sean tangibles y sostenidos en el tiempo.
Para eso es necesario el dialogo, pero por sobre todo las acciones que den cuenta de este nuevo trato.
Es importante que los réditos de la transferencia de carga queden en la ciudad, y para eso, si bien hoy hay proyectos de ley en trámite, también sabemos que pueden tomar años que salgan adelante. Hoy tenemos una tremenda oportunidad en las nuevas licitaciones que se abrirán, espacio donde a través del acuerdo, se pueden consensuar que parte de las ganancias por transferencia de carga queden en los territorios para su desarrollo. Asimismo, es importante que el Estado, así como ve en San Antonio una tremenda oportunidad para invertir en la Industria Portuaria atendida sus características logísticas y naturales, fomente también la inversión en infraestructura y servicios públicos, como carreteras ad hoc al volumen de transferencia de carga, escuelas, hospitales, transporte;atienda el patrimonio de la ciudad, y ponga en valor por ejemplo la pesca artesanal, todo lo cual es esencial para el bienestar de la comunidad.Otro aspecto primordial es el respeto al medio ambiente. A modo de ejemplo lo que pasó con los Ojos de mar, la Empresa Portuaria debió haber reconocido desde un principio el valor de la protección del medio ambiente y de este humedal en la presentación de su proyecto inicial. El desarrollo debe ser sostenible y en acuerdo con el territorio en que se emplaza, trabajar de la mano con las comunidades locales implica adoptar medidas para minimizar estos impactos y promover prácticas sostenibles.
Además, el compromiso social de la industria portuaria no solo beneficia a las comunidades locales, sino que también contribuye a su propia sostenibilidad a largo plazo. Una buena relación con la comunidad puede mejorar la reputación de la industria y reducir la resistencia local a su crecimiento y expansión.
Desde su perspectiva, ¿se necesita una mayor participación desde el Gobierno para poder avanzar en el proyecto Puerto Exterior San Antonio?
Hoy, se necesita una visión clara de parte del Estado donde explicite que todos los proyectos deben significar desarrollo sostenible y sustentable para las comunidades y territorios; y en San Antonio existe una legítima preocupación al respecto que mantiene tensa la relación. El puerto no ha impactado en el mismo nivel de dimensión y potencia que tiene en el ámbito macroeconómico, en el desarrollo de la ciudad y sus habitantes. A modo de ejemplo, hoy hay una tremenda inversión para un Terminal Intermodal y para una Parrilla ferroviaria, con el fin de mover más carga; sin embargo no hay mayor interés en invertir en un tren de pasajeros, siendo que hoy nos separan algo más de 30 kilómetros con el tren que pronto llegará a la ciudad de Melipilla. Hoy está la percepción que los tarros son más importantes que las personas. Y el dialogo con las comunidades respecto el desarrollo de los mismos proyectos, muchas veces es tardío y sólo consultivo. Eso es algo que debemos cambiar, y donde el Estado tiene un rol gravitante.
Las comunidades, la ciudad y el territorio tienen que sentirse parte de los proyectos, entenderlos, y ver en ellos oportunidades de desarrollo sostenible y sustentable, con cuidado y protección del medio ambiente. Cuando un proyecto es bueno y esta socializado, una comunidad lo desea.
Más allá de lo vinculantes o no que puedan ser los ejercicios democráticos de participación ciudadana respecto de un proyecto sometido a evaluación ambiental, lo importante es que la comunidad opina desde su sentir, desde lo que vive y siente.
La firma de convenio que se hizo ayer con la empresa portuaria de Valparaíso, con el objeto de garantizar las nuevas bases de la relación ciudad-puerto, de qué manera impone una estrategia de trabajo para San Antonio
En resumen, el crecimiento de la industria portuaria debe ir de la mano del desarrollo de las comunidades y de las ciudades en donde se instalan. Esta colaboración no solo es esencial para el beneficio mutuo, sino que también garantiza que el desarrollo sea sostenible en el tiempo respetando el entorno local.
Me parece que hay que avanzar en esa línea, es lo que se ha propuesto a la Empresa Portuaria también acá en San Antonio, y para ello hay que conversar mucho, establecer acuerdos, consensos y compromisos de trabajo conjunto. Este trabajo debe incorporar a las comunidades, y si se avanza por ese camino, siempre y sin duda acá en San Antonio, es posible replicar un acuerdo como el que se dio en Valparaíso, donde seamos capaces como Estado, privados y comunidades, establecer relaciones positivas y duraderas en pro del bienestar y desarrollo de la ciudad y sus habitantes.