Los escolares iniciaron el año lectivo 2021 principalmente a través de clases on line, lo que no sólo reafirma que esta rutina de estudio llegó para quedarse por un buen tiempo, sino también constituye un desafío para los padres, que deben compatibilizar la supervisión de sus hijos, con las tareas del hogar y muchas veces con el cumplimiento del trabajo a distancia.
A raíz de este escenario, los niños y jóvenes pueden sentirse inseguros y frustrados, por lo que se sugiere apoyarlos si se muestran aburridos y cansados, escuchar y respetar su sentir y dejarlos expresarse libremente.
Al respecto el psiquiatra infanto juvenil del Hospital Claudio Vicuña, Doctor César Isaacura, aseguró que el impacto del confinamiento depende de la personalidad del niño, así como del apoyo de su entorno familiar, escolar y social. “En el aspecto educativo tienen una ventaja, pues están creciendo con la tecnología y además se encuentran en pleno proceso de desarrollo y maduración cerebral, lo que les permitiría adaptarse a la educación a distancia, incluso más fácilmente que a los padres y profesores”.
El facultativo agregó que acostumbrarnos al confinamiento nos afecta a todos, sin importar nuestra edad y agregó que “en esta época en que la tecnología avanza mientras los valores retroceden es momento de pensar el proceso educativo no sólo como la suma de conocimientos y habilidades para lograr los objetivos de aprendizaje, sino como el desarrollo de la identidad de una persona”.
ESPACIO
En términos prácticos, Francis Caroca, quien se desempeña en el Dispositivo de Acompañamiento Psicosocial del mismo recinto, recomendó determinar un área específica de estudio para los niños y adolescentes, ya sea en una habitación o un lugar específico, de preferencia velando por los siguientes aspectos: iluminación, silla y escritorio y computador con conexión a red como insumos básicos, “de modo que puedan mantener buenos niveles de concentración y no perder tiempo en preocuparse de los aspectos anteriormente mencionados”.
También aconsejó fijar un horario establecido tanto para las clases como también para la preparación de tareas y estudios y mantener la rutina lo más fiel posible a lo que hacían antes de la pandemia del covid -19 y “evitar que estudien en la cama. Se recomienda que se levanten y se saquen el pijama, lo que les permitirá que se sientan más despiertos y activos, ya que enviará el mensaje a su cuerpo que ha comenzado la rutina escolar”.
VENTAJAS
El doctor Isaacura recalcó que existen ventajas de la educación a distancia, entre las que se encuentran que no está la rigidez de un salón de clases y se permite la participación de la familia en actividades de pensamiento crítico, lo que refuerza las habilidades individuales.
“También se promueve la educación en valores como la responsabilidad, la autonomía, la constancia, el esfuerzo y la humildad. Si los padres asumen como suya la responsabilidad académica; les avisan siempre que tienen clase; preparan el material y les dejan todo listo no les están dando autonomía a los niños. Decirles qué tienen que hacer y cómo hacerlo genera conflictos. Sólo hasta el primer ciclo de básica deben planificar los horarios y actividades. Los mayores tienen que organizar sus propios horarios”, declaró el especialista.
Según lo expresado por el psiquiatra del Hospital Claudio Vicuña, los escolares deben hacerse cargo de sus tareas, lo que no quiere decir que los padres los ignoren o se despreocupen. “Sentir que están pendientes si necesitan ayuda, pero no tienen que estar sentados con ellos. Además, los adultos dejan sus propias responsabilidades laborales, familiares o del hogar para asumir una labor más y esto aumenta el nivel de estrés familiar, generando conflictos”.
Importante también es enseñarles a respetar el espacio y tiempo de trabajo de los padres, es decir si tienen una duda, apuntarla y dejarla para cuando puedan atenderla. “Además, es aconsejable no corregirle toda la tarea o darle los resultados, pues el docente no podrá saber si tienen alguna dificultad, ni ver su evolución”.
En el marco de esta visión del proceso formativo, el psiquiatra entregó algunas recomendaciones generales como motivar a los niños y adolescentes a que contribuyan con los quehaceres del hogar y evitar distracciones como el celular, tablet y videojuegos durante el momento de estudio.
“Es positivo que los niños se aburran para que desarrollen su capacidad de imaginación, espontaneidad y creatividad para resolver situaciones y desarrollar el juego simbólico, imaginando roles sociales. Las actividades que generan aprendizaje no tienen que parecerse a deberes tradicionales de la escuela, sino involucrar las emociones, el arte y la vida familiar en los aprendizajes, por ejemplo leerle a la mascota o realizar actividades manuales”, argumentó el especialista.
Por otro lado recomendó incentivar la lectura, lo cual permite múltiples enseñanzas, como ampliar el vocabulario, incentivar la imaginación y la emoción, pero considerando que cada persona tiene su propio ritmo. “No los apuren, pueden leer en voz alta y anotar las palabras que no entiendan y buscar su significado”, manifestó el profesional de la salud.
ROL
“Los padres deben tener claro que ese es su rol, no el de profesores, dado que su autoridad es diferente. Es tan importante promover el proceso de aprendizaje, como cuidar las emociones, la convivencia y el vínculo entre los integrantes de la familia. Lo más trascendente no es el plano académico, sino la seguridad emocional ante las incertidumbres actuales: transmitir afecto, cariño, amor incondicional, estable y duradero”.