Conaf comenzó a capacitar a los pobladores en torno a la detección de riesgos
asociados a la zona de interfaz urbano-forestal que habitan, cómo organizarse y
generar estrategias comunitarias para mitigar el daño de siniestros.
Funcionarios de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) dieron inicio al ciclo de talleres
del programa “Comunidad preparada frente a los incendios forestales”, en el Parque
Santa María de Algarrobo.
La primera jornada de trabajo, que se llevó a cabo el pasado sábado 8 de enero, contó con
la participación de 14 vecinos, quienes recibieron información en torno a los riesgos de
habitar una zona de interfaz urbano-forestal y cómo pueden fortalecer a sus viviendas
ante posibles siniestros.
“Como institución, a través de esta iniciativa, buscamos que los pobladores identifiquen
los factores de riesgo y peligro dentro del territorio que habitan, donde convergen áreas
boscosas con casas y otras infraestructuras. Y, paralelamente, que puedan organizarse y
adoptar medidas comunitarias de prevención”, explicó el director regional de Conaf,
Sandro Bruzzone.
Agregó que “la idea es que puedan desarrollar un plan local de emergencia, que considere
la demarcación de vías de evacuación, la instalación de señalética preventiva, operativos
de retiro de basura y campañas de difusión, por ejemplo, en relación con el uso negligente
de herramientas eléctricas al aire libre”.
Asimismo, Bruzzone detalló que “el programa consta de cuatro talleres: dinámica de los
incendios forestales y casa fortalecida; espacios de autoprotección y acciones
comunitarias en manejo de combustibles vegetales; preparación para emergencias y
acciones de la comunidad; detección, aviso y primera respuesta comunitaria”.
Por su parte, la encargada regional del programa y funcionaria de la Sección de Prevención
de Incendios Forestales de Conaf, Constanza Balladares, entregó detalles sobre el primer
taller realizado en el Parque Santa María de Algarrobo, que tuvo como tema central la
protección de los hogares ante eventuales siniestros.
“Es importante que la comunidad tenga sus viviendas seguras, pero eso no significa que
sean a prueba de fuego, sino que tengan la capacidad de soportar un incendio forestal. ¿Y
cómo se realiza eso? Por ejemplo, cerrando las ventanas y puertas, colocando rejillas
‘atrapa chispas’ en caso de tener chimeneas, no acumular combustible bajo las terrazas,
como leña y tubos de gas”, afirmó.
Finalmente, Balladares resaltó que el programa considera un seguimiento de seis años,
enfocado en apoyar los diferentes proyectos que desarrolle la comunidad local para
prevenir emergencias forestales.
Cabe consignar que el primer taller, además, consideró un análisis estadístico sobre la
situación regional, provincial y comunal en materia de ocurrencia y daño de incendios
forestales.
La segunda reunión, que quedó programada para este sábado 15 de enero, contemplará
“espacios de autoprotección y acciones comunitarias en manejo de combustibles
vegetales”.
