Pacientes pediátricos del HCV ingresaran a pabellón en “Auto Eléctrico” para evitar estrés
Con el fin de reducir los niveles de estrés de los más pequeños frente a una intervención quirúrgica, el Hospital Claudio Vicuña estrenó un auto eléctrico para trasladar a los pacientes pediátricos a los Pabellones Quirúrgicos, quienes con mucha alegría y asombro tomaron el volante y avanzaron sobre ruedas por el recinto.
Esta iniciativa se trató de una donación realizada por la unidad de Humanización del establecimiento al servicio a cargo del Dr. Pablo Meza Ferrari, quien destacó esta importante adquisición:
“Estamos súper contentos. Para nosotros es muy importante que nuestros pabellones no solo sean un lugar para operar, sino también un espacio agradable, especialmente para los niños, que tienen un pensamiento muy mágico. Queremos entregar una atención de primera clase, así que vamos partiendo con estos pequeños detalles, y le agradecemos a Humanización que nos apoyó en algo tan bonito y significativo”, señaló el anestesiólogo.
Por su parte, Carmen Molina, encargada del área de Humanización, explicó: “Esta es una excelente noticia para nuestros pacientes pediátricos, para que puedan ingresar a sus cirugías en este autito y puedan sentirse con menos susto, con menos presión, y mejorar así su estadía en el hospital”.
Primeros pacientes
Tocando la bocina, Michelle Valenzuela y Benjamín Sarmiento fueron los primeros pilotos en estrenar el vehículo, entre los aplausos y risas de nuestro personal clínico y sus padres.
“Me pareció súper bonita la idea. Para nosotros como familia fue una gran sorpresa, es un regalo más que recibimos de parte del hospital. Agradecer a cada uno de los profesionales que intervinieron a mi hijo, que salió súper bien. En especial a las personas del área dental. Estamos muy contentos y agradecidos”, señaló Jahir Sarmiento, padre de Benjamín.
Por su parte, la Dra. Catherine Osorio, odontopediatra cargo de las primeras intervenciones resaltó:
“Para los niños el hecho de entrar en autito al pabellón hace disminuir la ansiedad, porque se trata de un terreno desconocido. Hacerlo de forma más lúdica ayuda a la cohesión del niño con el equipo clínico, y nos permite humanizar el trato y a acercar a los pacientes pediátricos al ambiente hospitalario”.