La principal fuente de ahorro ha sido el cambio de luminarias en el Paseo
Bellamar.
Una importante disminución del gasto energético experimentó Puerto San Antonio con la
implementación del Acuerdo de Producción Limpia (APL), el cual se firmó con la
participación de 16 empresas pertenecientes a la Comunidad Logística de San Antonio
(Colsa).
Héctor Marchant, jefe de Sustentabilidad de Puerto San Antonio, explicó que “uno de los
hechos relevantes a destacar como resultados del APL es que hemos reducido a la fecha
un 35% el gasto de energía. Esto se ha logrado debido a una serie de acciones
mancomunadas que se han implementado, por ejemplo, luces con ahorro energético,
medición y rendimiento de combustibles en los vehículos, adaptación de espacios
eficientes en nuestras dependencias, manejo de residuos y una serie de elementos que
apuntan a reducir la huella de carbono”.
“La reducción conseguida hasta hoy se explica mayoritariamente por el cambio de
luminarias a tecnología led que realizamos en el Paseo Bellamar, lo que permitió un
ahorro energético de un 20%. El otro 15% corresponde al sector de Plisa, lugar de
aparcamiento de camiones que ingresan a los terminales portuarios, donde también
sustituimos las luces por otras con mejor eficiencia energética”, aclaró.
El experto agregó que “para el Paseo Bellamar tenemos contemplado modificar más
luminarias, con lo que llegaríamos a un 40% de ahorro de energía consumida. Sin
embargo, nuestro objetivo es cambiarlas todas para así conseguir un 50% de reducción
de la energía consumida”.
A modo de ejemplo, el jefe de Sustentabilidad de la empresa portuaria dijo que “en
nuestros hogares usábamos ampolletas de 100, 80 o 65 watts. Hoy al usar luminarias con
tecnología led nos dan potencias de 6, 8 o 10 watts, con una iluminación similar de luz fría
o cálida. Ya dejaron de venderse las ampolletas de filamento y este tema va avanzando
muy rápido”.
Respecto a la finalidad de un APL, Marchant aclaró que “pretende cuantificar y luego
reducir la huella de carbono, para así contribuir al cuidado del medio ambiente. Sin
embargo, también busca ser una instancia para que las empresas puedan hacer más
rentable su negocio al largo plazo, tras implementar una serie de medidas que significarán
un ahorro económico en diversos ítems de producción”.
En cuanto a este Acuerdo de Producción Limpia, en el que junto a la empresa portuaria
están suscritas la mayoría de las compañías pertenecientes a Colsa y los terminales
portuarios de la comuna, el proceso formal partió hace cuatro años con la firma de
convenio por parte de los participantes, se comenzó a implementar el 2017 y logró su
certificación portuaria el año 2020.
El jefe de Sustentabilidad de Puerto San Antonio recalcó que “uno de los principales
elementos que destaco de este APL es que es el único del ámbito portuario que
considerara toda la cadena logística y no sólo lo referido al frente de atraque. Además,
todo el proceso para llegar a este acuerdo de carácter público privado fue fundamental, en
que finalmente todas las empresas llegaron a acuerdo, se generaron las confianzas
necesarias y un trabajo colaborativo para cumplir con los objetivos”.
“Hubo una etapa denominada Mesa de Negociación del APL, donde se establecieron las
metas a lograr, acciones específicas y plazos. Luego calculamos la huella de carbono a
través de Huella Chile, la gestión de residuos sólidos antes de la ley REP anticipándonos
al cumplimiento normativo, manejar los indicadores de sustentabilidad en lo social,
ambiental y lo económico”, contó el experto.
Marchant añadió que “nos correspondió en coordinación con la Autoridad Marítima
evaluar la factibilidad técnica y económica para realizar un estudio de línea de base
biológica en el puerto y un plan de monitoreo biológico, con la finalidad de apoyar los
esfuerzos en el cumplimiento de la estrategia nacional para el control y gestión del agua
de lastre y sedimentos de los buques, correspondiente al proyecto GloBallast Partnerships
Programme (IMO)”.
Compromiso
Por otro lado, el jefe de Sustentabilidad de la empresa portuaria destacó que “la gracia
que tiene un APL es que debe ir más allá de la normativa vigente. La normativa es una
obligación impuesta, pero acá hay un compromiso concebido como gestión empresarial,
siendo el principal motor para su ejecución la convicción que es necesario”.
“Somos el enclave marítimo que más carga transfiere en Chile y uno de sus valores
corporativos más relevantes es que su operación debe ir más allá de lo económico, para
generar un impacto positivo donde interactúa, incluyendo tanto a las personas como al
medio ambiente”, finalizó Héctor Marchant.