Al iniciar el mes de febrero es importante recordar uno de los principales motivos de consulta médica durante la temporada estival: las intoxicaciones alimentarias, cuyas principales causas son la conservación de comida a temperatura inadecuada, la manipulación incorrecta, una cocción insuficiente y por supuesto la falta de limpieza en la preparación.
Por lo mismo, las recomendaciones van orientadas a lavarse las manos con frecuencia y siempre antes de cocinar, limpiar o tocar algún alimento crudo como pollo, carne o huevos.
Al respecto, la nutricionista del Hospital Claudio Vicuña, Daniela Godoy, aclaró que un alimento cocido puede contaminarse por contacto con otros crudos o con objetos como tablas de picar, cuchillos o paños de cocina que no estén bien limpios.
Otro punto a considerar según la profesional de la salud, es la correcta cocción de los alimentos, ya que pueden estar contaminados por microorganismos como virus, bacterias y hongos, pero si se cocinan bien serán destruidos por el calor. “Las frutas y verduras que se consumen crudas deben ser muy bien lavadas, idealmente con una solución desinfectante de una cucharadita de cloro por un litro de agua”.
“La temperatura debe ser suficiente para que alcance un mínimo de 70 grados en el centro del producto. No se recomienda el consumo de pescados y mariscos crudos y tampoco debemos creer que el limón tiene algún efecto de cocción, ya que eso no es así y no elimina microorganismos”, declaró la nutricionista.
Conservación de los alimentos
En cuanto a la conservación de los alimentos es necesario cuidar y mantener correctamente la cadena de frío y para descongelar se deben pasar desde el congelador al refrigerador la noche antes de su preparación, “nunca se dejan descongelar a temperatura ambiente. Por esto mismo no se recomienda el consumo de preparaciones compradas en la calle a vendedores ambulantes. Ni tampoco se deben consumir los que tengan olores o sabores extraños. Respecto al agua, se debe usar sólo potable o embotellada para beber, cocinar o preparar hielo”.
¿En qué nos debemos fijar al consumir una preparación adquirida a través de delivery?
Lo primero que hay que considerar es que sean de lugares establecidos y de confianza. En este sentido, es importante escoger aquellos establecimientos que ofrezcan las mayores garantías y seguridad de que están cumpliendo los protocolos sanitarios a lo largo de toda la preparación y el reparto.
También debemos comprobar que el envase del producto esté en perfectas condiciones y desechar aquellos que estén abiertos, rotos o deteriorados. Lo ideal es que se utilicen varios envases y lo más aislante posible para mantener de mejor manera la temperatura. No se deben consumir productos que presenten un olor extraño o se vean de un color distinto al que habitualmente deberían tener.
No es una buena opción pedir productos que no hayan sido cocinados y aquellos que utilicen componentes crudos como mayonesa casera, ceviches o salsas. En el caso de estas últimas deberían venir envasadas y no ser caseras.
Finalmente, la profesional recomendó que si la comida llega fría es preferible volver a calentarla para disminuir riesgos microbiológicos.
